Se transcribe la nota enviada a Cortina de humo sobre el desahucio en El Coronil ayer jueves 21 de julio. Por Jesús Romero, miembro del MAE (Movimiento de Acción Estudiantil) y del 15M:
"Desahucio en El Coronil: Solidaridad de clase contra los poderes financieros
A las 8.00 horas de la mañana ya éramos cientos de personas las que nos concentrábamos en el pequeño pueblo sevillano del El Coronil para intentar frenar un nuevo desahucio que dejaría en la calle a una familia de trabajadores en paro.
La situación de la familia es límite: una pareja de mediana edad en paro y con dos hijos menores no puede hacer frente a una hipoteca de la que le quedan por pagar 20.000 euros, por lo que los mecanismos de la violencia del Estado se pone en marcha y con la ley en la mano dejan a esta familia viviendo en la calle. La casa salió a subasta hace algunas semanas y una empresa especuladora la compró por los 20.000 euros que quedaban por pagar. Esta empresa le ofreció la casa a esta familia por 90.000 euros, 3 veces más de lo que había costado en un primer momento.
Rabia, indignación y solidaridad, se respiraba en esa estrecha calle donde dos horas más tarde sufriríamos una vez más sobre nuestras espaldas el terrorismo de Estado.
Empiezan a dar las primeras instrucciones de qué actitud debemos de llevar ante el desalojo, que llevará a cabo la Unidad Central Operativa, el cuerpo de élite de la Guardia Civil, especializado en la lucha contra el crimen organizado, siempre se repite la misma consigna:
actitud pacífica pero firme. Y así fue, sentados en el suelo , en varias filas de personas, nos cogimos de los brazos y de las piernas para tratar de impedir de esta forma que los poderes financieros sigan lucrándose con las desgracias de los trabajadores.
La jueza, con una media sonrisa que me penetró hasta lo más profundo de mi indignación, pues parecía que disfrutaba con aquellas escenas, dio la orden de entrar y entre gritos de dolor y rabia, los lacayos de este sistema, fueron sacándonos uno a uno de la calle y de la casa para poder regalarle a los tiburones financieros, una casa con la que poder especular en el mercado. Dos horas más tarde la casa estaba despejada. "No pasa nada, volveremos, la okuparemos" decía un compañero. "Esta casa la vamos a okupar" se empezaba a corear por otro lado.
Una vez que toda la casa está desalojada, decidimos ir en manifestación a por los que se divierten especulando con el futuro de las familias. En este caso quién ejecuta la orden de desahucio es el Banco Popular, una entidad financiera que prevé unos beneficios de 550 millones de euros para este año. Nos dirigimos a la oficina del pueblo y exigimos medidas para que no vuelvan a darse situaciones como la que hemos vivido hoy, como la dación en pago de la hipoteca.
Hoy ha quedado clara una cosa: los mercados que tienen nombre y apellidos, ejercen toda su violencia contra la clase trabajadora a través de las instituciones políticas y pseudodemocráticas de este sistema vendido en cuerpo y alma a los intereses del capital. Jueces, policía y políticos, no son más que los protectores de un sistema de privilegios que favorece a una elite económica que se cree con el poder de maltratar a la clase trabajadora cada vez que le venga en gana.
Cuando haya un nuevo ataque a la clase trabajadora, a los que padecen este sistema, volveremos a estar ahí. Nuestra voz no se calla a porrazos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario